Ya está.
El vacío lo sostiene todo
los colores de eso que llaman devenir se esparcen
y conforman un albedrío azul
otro,
uno más que busca el arraigo
para escapar y volverse infinito
como si fuera blanco después de girar mil veces
como si las teorías de la luz
buscaran el frío hasta arder
y quemarlo todo
Hasta los árboles emprendieron el camino
y decidieron perderse
desenfilados y altivos
orgullosos del desorden
Pero al detenerse, mi niña bajó
de aquel al que se había trepado en agosto
y lo dejó irse
por si el horizonte fuera más acá
de lo que alguna vez le dije.
Por si tu nombre dejara de latir en el aire de la siesta y los tuyos dejaran de temer que lo repita
Tal vez, ya podría irme.
"Ojedia" ©aNaNeGrA