viernes, 25 de octubre de 2024

La furia y el vaho

La verdad es que no hubo nada cierto
el río anegó las calles
el horizonte fue el techo de la fábrica
 
La mentira no encontró
con qué cubrirse los hombros
y arañó tu espalda para que no la sueltes
 
Pero una furia, la última, 
ardía en la alborada de los solos
para estos colores líquidos 
donde aún circulan 
la noche y el aceite
 
Y letras sueltas como restos de sopa
que no alcanzan para mi nombre, tan simple
ni para el tuyo, que he olvidado
 
A veces, el hambre ya no es a veces
si en la plaza no hay humo para nuestro anonimato
si vapor es sólo el que sale de nuestras bocas


La verdad es que no hubo nada cierto, salvo la fiebre