con mi color más oscuro
... y transparente
Estás tan callado
en vos,
que me siento aturdida
si te nombro
y me cubro los labios
al disponerte
a dar un sorbo
-para no quemarme-.
Tenías esos ojos
tan otros
a éstos, que no me ven mirarte
Y me quedé sin ver
cómo serían
al presentirme
detrás del telón...
rozándote la espalda,
perdiendo
la memoria
Te arrojé una flor
Y me sentí tan cursi
abochornada entre el gentío.
Obviamente
en la calle
me esperaba
el más insomne
de mis enemigos
Y ya era tarde
para volver sola a casa.
Te dije adiós.
Y aquí estoy.
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