Recién pude verte
en ese vacío interminable de los segundos
sin terceros
en un entretiempo mudo
Porque ya no quedan descuentos
para este final
Te guarecí de mis miedos ahí
en un campo minado
de estrellas fugaces
Ardías
más acá de mi sombra
igual que en mayo, los jazmines
Te puse Liberado como nombre
y no… era sólo yo
la que flameaba en la azotea
entre las sábanas de las casadas
libre y extrema
infinita hasta ahí
Y dejé los zapatos en la puerta,
desenterré tu siembra de máscaras
hasta encontrar tibieza terrena
un reposo
un arraigo
Pero me dañaste con filo de papel
como al descuido
impune, cobardemente
No, no seré una bruja
para tu hoguera humedecida
Y te hiero
con palabras catapultas
Por eso esparzo mis naves
allende el puerto
Una vez más y otra
Porque sos ese que bate palmas en la bruma
o habrá sido en el vapor
de los vidrios de un auto
viejo, como refugio de los años
Sucedimos, sí
difusos, sofocados
huyendo de tanto y tanto
menos de nuestros cuerpos aferrados
como antros al subsuelo
como santos al humo
"Testigo" © aNaNeGrA
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