En un reposo entreparto
me buscaste con los ojos
como si fuera ya nacida
pero me viste anciana
al borde de mi cuna
Ya no podías rendirte
antes de un primer abrazo
Cómo callar
hasta tomar mis manos
y saberme viva
Porque me anticipo a la luz
logro ver más allá de las gotas
que se quedan ahí,
prontas
para atravesarlo todo de memoria
Antes de que tus ojos
se desnuden en el abismo
Madre:
Hoy su calle amaneció humedecida
hambrienta de naranjas y estío
pero sólo la vi como suelo ver las cosas:
Al cerrar los ojos
mientras hago dibujos en el barro
Sé que despertó a las 2:00
con una lumbre previa a todas las nieblas
No era su casa ni mi país.
Así de impropio es el mundo.
Pero estoy tan breve, tan aire
en todos tus siempres
que salgo de vos y hay chispazos en la marea.
Sí, los relojes han enloquecido
el alarido se ha vuelto susurro
Las sirenas tienen memorias de la tierra.
"Madre" © Patricia Quiroga
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