La dueña. Sí, la dueña
sólo del aire que alzo en mi puño
si el resto del miedo
deja de ser el resto
si la calle está rota y se llama a sí
misma
bajo nuestros pasos salvadores
malheridos
La bandera sólo se rompe
para que la atraviese el viento
se aja en la batalla
se yergue
como guía de los abrazos de otrora
se aferra
a la última madera que arde
gotea nuestra sal
Las palabras y los peces
saben mi nombre
saben cómo callarlo
antes de que llegue a tus labios sordos
a tu lengua extenuada de saberme mar
y no saberme
Mi peine ha caído entre las piedras
pero tu cabello es ese pájaro que aletea
despacio
donde la luna abre los brazos y gira
desnuda, hambrienta
sobre los vasos febriles
de los abstemios de anoche
Rasco la tierra
mi cara ya es marrón
bajo la almohada hay papeles y olvidos
por si la vida se tratara
de esto que sucede entre tu patio
y mi camino de hormigas desordenadas
tan lejos de su miel
"Vencedores" © aNaNeGrA
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