La niebla se arrastró hasta la luz descalza
y un hilo de agua en la avenida
como lágrima reciente que huye del cauce
cruza ahora, sin mirar
por si vinieras ya despierto y arrojaras
porque sí
mi pasaje hacia otro invierno
Porque te amé en italiano
y te odié en japonés
Supe hacerlo
como se saben esas cosas
al amanecer
lontano dal mondo
Pero te nombro dormida
justo antes de abrir los ojos
y olvidarlo todo
salvo las alas
Las salvo, sí.
Y me elevo para vaciar tus zapatos,
que me van enormes.
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