La tierra es maga
como sus pasos dibujándose en el lienzo
antes de alumbrar el día
Porque fui así de gris, en el destierro
donde los muros ardían sin humo
con un reflejo quieto
Y te creí, anónimo y absurdo
y te creí, sin dudar
desmalezando la greda
Esa noche, la luna era cáliz y aullido
al fondo de mi calle...
un vacío para todos los inicios
Quiso parecerse a la utopía
liberar este encierro
de nocturnidades anhelándose en el vidrio
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