Voy
me mando
me atrevo
improviso con mi sombra hasta la tuya
me hago humo y sigo
Anteayer faltaba menos para el pasado
y te supe despierto y flotando,
sembrando el aire
Yo era rama
pequeña
desprendida y húmeda
tomada de un nudo
para soltarme cada vez que me llamaras desde alguna vereda
Porque estoy lejos de todas las cercanías
equidisto de tu ausencia
y tan a gusto
Vuelvo
me aminoro y soy mil veces, un segundo
sin terceros
Te rozo el hombro
sólo para que gires y te enamores del musgo
No, nunca seré yo
Podrás creerme cuando por fin te mienta.
porque el espejo tiembla de frío
hasta que el aliento de los amantes
lo cubra todo y pueda
escribir con mis dedos el vocablo “Rama”
-que al revés, será amar-
Cosas que se me ocurren, cuando la siesta se pisa los pies