Aún el miedo a que suba, a que me quede en un silencio de tu encierro
como una daga de luz,como un misterio
Aún, el rojo a la izquierda del viaje
Aún mi color en tu boca que flota justo
al decirse en la noche y maldecirme luego
entre los rostros cansados
Quise arrinconar ese temor, con una inocencia, con una sola, que nomás lo mirara a los ojos, con fortaleza de pétalo
Esa valentía de los frágiles
los libres, tan condenados
por la cobardía de los portadores de armas
Por qué arena van les poetas
las infancias
de quien ha muerto sin conocer el mar...
Lo contrario a la inocencia, no es la culpa
porque no me culpo de mirarte a los ojos
antes de buscarlo una vez más...
donde los grillos mecen el azul
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