(A EMILIA Y ALDO)
Se va. Como dueña de todo y de nada
La enemiga del grito.
Siempre lleva las manos vacías.
Hoy atesora tres flores blancas.
La eterna Eva. Con un silencio nuevo
y la frente herida en la batalla.
Se va. La heredera de la risa
de unos ojos negros y bellos.
Un hombre con esos ojos.
Los cierra feliz para verla para siempre
llegarse hasta él. Y morir
No hay comentarios:
Publicar un comentario