El beso del ángel
que deviene humano
reposa heroico
en los labios más inocentes
demorado y breve
por un minuto clandestino
y profano
Por qué
me salvarías
de un modo tan cruel,
como un alud
de pétalos silvestres
en busca de su arraigo
Por qué
acudirías a mi llamado
Si olvidé la letra de cada canción
que las sirenas me enseñaron
cuando aún
las creía genuinas
y salvajes
[entonces jugaba en la arena
llenando de agua
tus huellas desposeídas
y desiertas,
tiñéndome al sol, la piel
para que un día
me llamaras por mi color]
Y así, el ocaso
por fin, nos vería partir
a su encuentro,
con la misma edad
y el último primer beso
de otoño,
con gusto a sal
Por qué me esperarías despierto
y desabrigado
Por qué irías
a buscarme entre los muertos,
si yo estaba aquí,
leyéndole bajito
a tus ojos cerrados...
Y luego amaneció
y me abracé a tu almohada
y dejé secar la tinta
para no tener que escribirte
nunca, nunca
estas palabras
"Respuestas" ○ Mario Quiroga
2 comentarios:
Quién sabe...
Gracias siempre. Tus poemas, aunque melancólico, me dejan el corazón dulce y esperanzado.
-a-
Me gústa mucho sos una Geniaaa
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