Enojada
con mi sombra
terca
repitiendo
mi tristeza
a contraluz
Desafío
a tu credo
y tus banderas
a arder
entre todas
las palabras
prometidas
que latieron
en mi pecho
inútilmente
A que sobrevivan
A que alguien
más valiente
y menos leso
les saque el jugo
de una buena vez
Te invito
a no esperarme
en la puerta
del colegio
A cubrirte los ojos
ante mis mudas
torpezas
Y dejame
bajar frente
al vidrio
espejado
del bar
a quitarme
el maquillaje
con la mano
Para irme
descalza
por las veredas
rotas
de esa calle
que no volveré
a cruzar
con mis tacos
inexpertos
e imposibles
–Era mía–
lloraba
mi madre niña
a su muñeca
de yeso
bajo la lluvia
Aún mece
el abrazo
hueco
Y ya no quiero
ser testigo
No quiero
ser cronista
de un momento
presumidamente
poético
apañando
la crueldad
de una memoria
Y tu risa
eventual
en mi entresueño
Sorpresiva
lacerante
y fugitiva
Cuando por fin
termino
de reconocerla
y advertir
que la he olvidado
http://www.youtube.com/watch?v=ImpKzFXO1WI
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