Con la boca
morada
de alcohol
y la fiebre
del beso ausente
Caramelo
mentolado
que no saboreé
Te preguntarás
por qué
no quiero
que me encuentres
Por qué
me dejo
abrazar
por extraños
antes
que hacerme
añicos
en tu pecho
Y luego huyo
maldiciéndome
el rumbo
Tal vez
también
te preguntes
Por qué
te nombro
cuando tengo miedo
Y te evito
Por qué
te escucho
y me tapo
los oídos
sólo
con la intención
de escucharte
eternamente
Así
Callando
Y
por qué
atesoro
la flor
que nunca
arrancaste
tiernamente
para mí
en el diario
donde albergo
el día a día
de este
vano sentir
Por qué
Por qué
Por qué
Mis ojos
se te pierden
en la distancia
hasta que ya
no me ves
Y los cierro
para verte
Me pregunto yo
Y te hago cargo
a vos
de lo que nunca
te dije
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