Hasta ver
que la libertad estaba ahí
esperando
por mi sombra demorada
agitando el aire de tu danza en "mute"
Amando así...
Desarmada
y a deshora,
boyando en la marea
sin repetir un nombre en el alucine
Porque ya volví
de ese puerto de barcos varados
y añoranzas mudas
Porque la arena
sigue cubriendo mis pies
hasta volverse viento
Y estás ahí
a contraluz de mis olvidos
tan suelto como yo
y estas memorias,
que te callan rozándote los labios
para que sigas el relato
de lo que nunca será...
En cada giro de esto que somos
al fenecer el día.
El más bello.(Foto/archivo de la Fundación Antonio Gades)
No hay comentarios:
Publicar un comentario