Los últimos
los inesperados
los que volcaron el
vino
me recibieron
temprano
pese a todas las
demoras
los estreché en el sigilo
me cobijaron el
llanto
Mi país no está
lejos
es cruzar el río
es olvidarte
despacio
antes de todos los
olvidos
que te traigan sin
razones
luego de los barcos
y tanta promesa de
mar
meciendo el desvarío
Voy
errante, definitiva...
errante, definitiva...
Ya las sombras
baten palmas en la
bruma
para tu vejez umbría
para mi calma sorda
Pero me sacudo tu
aliento
pero me indigno...
Y te veo, echando
chiribitas
ofuscado e ignoto
No, no seré yo
quien te llame en un eco
Porque el vacío
ya tendrá tu nombre
y estaré suspendida
hasta que no regrese
Hasta que no me
faltes para decir Adiós.
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