Hay una palabra
incierta
emérita, innominada
sabe a marea y a
fuga...
Si la sal quisiera
si se dignara a
salvar
a desprenderse en la
arena
Pero no...
elige llamar mi
color
en un contraste de
sol
y acudo ciega
y abismo las
esperas
en espejos que
aturden la luz
Ahí llego
desnuda y anónima
ardiendo
y aterida
como si naciera
lejos de mi madre
como si nunca más
Sé que ya te
parieron
que en tus ojos
ya no hay lugar
para esconderse,
que hay
reminiscencias
de todos los
siempres
Pero una vez más,
no…
Ya no hay vocablo posible
para decir
para orar a la
tierra
por tus pies
descalzos,
para vaciarnos a
fondo blanco
Porque te cruzo en
avenidas
y no soy yo, la
urbana
o vos, el citadino
porque te cruzo
oceánico, en mis cruces
y somos tan verdes,
tan grises
tan azules de olvido
No he sido hecha
para callar
y callar
Callar… No.
Intento saber decir
Intento saber...
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