en gamas de azul
Éramos infinitos
y afilados
Pero un ocaso
rojo de vergüenza
nos silenciaba los ojos
Desgreñados
masivos
con tanta soledad multiplicada...
Oquedad en desagravio de un abrazo
esmirriado y huraño
Es que ya no hubo miedos
no hubo plazos
Será
que conté más palomas
que turistas
y un camino blanco y un abismo
perfecto para tus caídas aladas
entre pinceles
raídos por la greda
Sonreías
sin abrir los ojos
Pero el sol
hizo un amague
tras la medianera devenida en horizonte...
Y respiramos
a la vez
Por qué habría de cerrar
las cortinas
si ya empaño el vidrio
y goteo
transparente y mórbida
Ebria
de silencios solos
Aún
duele despertar
"Dictáme un sueño"
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