La luz extendía sus manos
te giraba alucinada
te llevaba...
lejos de mi sal y de mi orgullo
Como tanta leyenda de azotea y luna
una margarita
un pañuelo -con el nombre de otro-
amanecieron en mi romance de vereda rota
Hoy no es mi cumpleaños
ni el tuyo
Ya no nacemos
Hay desencuentros
que se rozan con una brizna de aire
por las esquinas del barrio
Pero ya es viernes y estoy lejos
Un perro cruza asustado la ruta
y viene hasta mí, en un apuro solo
Cómo decirle que yo también tuve miedo.
"Tania, siempre" © aNaNeGrA
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