(A.)
Antes de este ayer
la furia fue del horizonte
piedad,
la de tus manos
como ir en el aire hasta tu puerta
y llegar con barro en los zapatos
Porque
siempre te supe
como se
saben los pájaros azules
en la
noche, infinitos
de ojos
cerrados
Pero hoy
te desconozco
hasta
esfumarme y soltarte
en el tedio
a deshoras
porque sí
Te pido
que no te quedes en un ojal
que te sujetes de la siesta
que todavía queda un poco
Me estoy
dibujando unas alas sin memoria
para
volver del blanco sin testigos ni sepias
para arañarte
despacio y decirte
que no
nos han vencido
Mirarte a
los ojos
con la
cara sucia y la frente en alto
La poesía
es esa, con los breteles caídos
haciendo señas
La sonrisa
no volverá a ser una herida en tu rostro, mientras las hojas arden
Los
poetas se soltaron las manos
pero sólo
dos, se liberaron
para morderse en silencio y quedarse ahí
hasta perder el hambre
Quise llegar en hora
-más bien en segundos-
pero hubo que quitar cuchillos de la ruta
y traerte de la mano de regreso a casa
... Barrer el patio, hacer el almuerzo
decirte mi nombre muchas veces
derramarme en el suelo
Y si otra vez, quisieras bailar...?
Hasta despertar y quitarme tu abrazo
por 10 días nomás, por 10 días
Hasta que no me pidas que vuelva
y te quedes ahí, al borde de mí misma
Por si aún hubiera, que correr y callar
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