martes, 6 de agosto de 2024

Panacea (Pasillos que giran)

Pienso en el desvelo

de Kusturica

en quien ha perdido el sueño y... también, eso que flota en el viento

en quien se sabe indefensa y pone la piel como escudo

antes del hambre, después del miedo


Y de golpe, una caricia

-porque de caricia, un golpe, ya no-.

la devuelve a lo más lejano de este mundo

y los postigos dejan entrar luz 

donde no hubo más que azulejos blancos

y pasillos, agujas

en un encierro mudo


La escena se desliza y ella, quietecita, sabe que el giro es de los otros

pero se apresta a danzar

centrífuga y atada

Sus ojos ya no necesitan caer en su reflejo

o abrazar el vacío hasta no tambalear


Con un diamante en la mano

alguna madre, quizás la suya, la mira en silencio

Es que el vinilo ya sabe su tarea de memoria

y la belleza sigue siendo algo ridícula, sin alas, 

pero el aire, pero el abismo en el plexo...

ese vértigo...

busca nombrarse a sí mismo.

 



 

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