miércoles, 7 de marzo de 2007

La geométrica angustia de los paralelos

Espero, mientras la vida

nos lleva a cada cual

por su camino.

Sonrío, a pesar de tanto crimen

y despierto, a veces

con "la geométrica angustia de los paralelos"

aunque quién sabe el final de su camino …


Tal vez no viviremos para ser testigos

del sublime momento en que se toquen.

(Es seguro, que ese día

querrán estar solos,

más solos que nunca

y entenderán que no hay mejor soledad

que la que se parte en dos

a la hora de hacer el amor)


Espero, y lloro de emoción

porque la esperanza siempre me gana la carrera.

E intuyo que hace rato que llegó a tus brazos.


-Mientras tanto, ya mujer,

voy descubriendo el por qué de ciertos mapas.

Estamos cerca, sólo cerca-.


Tal vez sean otros amantes

aguerridos y voraces,

menos lesos por la vida

los que en otro tiempo

tomen este amor

y le curen beso a beso cada herida.


La esperanza no espera por nosotros

no desafía su naturaleza.

Corre, vuela, y siempre,

siempre llega antes

agitada y sonriendo

al lugar del encuentro.





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