si mi calle
le roza el hombro
a tu esquina
Donde muere el olvido
y es azul
azul, la lejanía
si la imagino,
si soy del humo
Porque la arcilla pide por mí
sólo resta esperar que termine la función
para tus ojos negros
vacíos, pretéritos
tras un telón final que flota 
digno
sin dejarse caer más acá de los círculos...
Más allá de tus pies.
Hasta que llegue la noche
Hasta que llegue la noche
y lo que queme
sea un filo del hielo
en tu cuarto solo
Pero te sueño
Pero te sueño
en un camarín sin espejos
lamiendo mi plato vacío
Alcanzo a mi sombra
y me oculto 
en su abrazo
para que nunca más
para que siempre huyas 
de mi mordida 
y me salves
y me salves de cuanto fui impune
antes de subir a este barco
donde mi niño rema con las manos
Porque escribí mi obituario 
tantas veces 
que ya los muertos 
desfilan en un devenir de ayeres
y brindan a mi salud
por este ocio de esperas
donde los pájaros gruñen
Fue cuando las llamas 
treparon y sucedieron y abrasaron 
tanto amague de destino
tanto amague de destino
venido del mar
árido ya, 
estéril
Pidiendo fuego a cambio de sal
Pero ya es hoy
y no quedan
bares abiertos
para esta urgencia de adioses
Soy ayer

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