Eso
que no nos habita
y nos colma
y nos permanece y nos viaja
y nos enciende y nos agita
aún en territorio hostil
nos sobrevive
...Con ambigüedad de desexilio
Porque hubo la oscuridad necesaria
para fundir en dos miradas, un segundo
y cruzarnos
si era yo, esa pasajera
si eras vos, en el andén, manos en bolsillo
esperando otro destino, en un mientras de frío
Es que no...
Mañana no estarás ahí.
Mañana serás otro
y otro que no
Mañana serás parecido a todos los olvidos
Y buscaremos cobijo
en algún universo suspendido
translunar, pequeño...
efímero y solo
Un escenario ingrávido
para desvestirnos a contraluz del mundo
Somos toscos
e inflamables
somos chispa que brilla última
y hace frente a la marea
Esa que viene, que sube
oceánica y frágil
añorando todos los fuegos
de un ocaso a deshora
Si la belleza fue ese puente al vacío
extremó la subida
sirviéndose de nosotros, como peldaños
blandos y tibios
prontos a nacer
lejanos y sin madre
Porque los nexos se esfuman
al despertar con un hueco en las costillas
otro más y el mismo
si afila sus rayos, el día
Para definir con nuestras sombras
sueltas
esa luz atemporal
esa acronía
que en un desencuentro
nos sella el pasaje de ida
Será que la eternidad de lo breve
es un giro final
primigenio
como lazo de anillos que no saben
de eslabones ni cadenas
La paloma ©Melina Terribili
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