Desperté
ardiendo inmaculada
en una avenida de junio
con un frío de cuchillos ligeros
y desnudos
Es que había una luna naranja
abriéndose las venas
comiéndose las sobras, insaciable
de una ráfaga de estrellas fementidas
con cadaún de los deseos de los nadies
Y pervivió la belleza
y me sentí diminuta y eterna
como un segundo o un tercero que nos amarra
y nos desata al pasar el tren
y… se va
sin ver, sin ser testigo
Pero me soñaste muerta y sin reloj
Soy esa paloma que mastica los venenos del mundo
para ofrendarte el antídoto en el aire
Porque sos
eso que vive y trepa entre las hojas
que esconde al mausoleo de los tristes
y se ríe a carcajadas desde el techo
y se asusta de sí mismo
Porque ya no hay circos detrás de tu talento
Ya hubo tiempo de ablandar la cera
y deslizarme en palabras
por debajo de tu puerta
Un crujido de goznes y de huesos
un crepitar de papeles
en un fueguito pequeño
para quemarnos sutiles
y famélicos
O quizás, una chiribita
que demoró en avivarse
por un camino de pólvora
a contramano
Me escurro
me duermo
subterránea y alada
Casi es la hora de despertar
y escribirte despacio
hipodérmica y quieta
camino al trabajo
©aNaNeGrA "Casiopea y yo"
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