Como una cala negra
abierta más allá del cielo raso
hay telarañas
que abarrotan el aire con tu nombre
y lo llenan todo
de vacío
Y me levanto y apago la luz
y tengo miedo
de despertar entumecida
en tu lecho de muerte
Pero me alejo tanto de mí
que me olvido
Y te salvo
Ya soy otra
y otra vez vuelco el agua
para verte llegar en el reflejo
antes
de que callen las guitarras
Pero afuera
la calle no tiene dueño
y he olvidado su nombre.
Esta ciudad no me conoce
cuando cierro los ojos
y la habito
© s/d
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