No...
las palabras no serán
El aire no
la fiebre
el silencio de los semáforos
La madrugada se cubre los hombros
con un cartón
y le vienen memorias del olvido
para hamacarse hasta los brazos de su madre
para volar...
Para volar
Ya no sé
si es una hoguera
o un altar de sacrificios
tal vez son sólo luces de ciudad
tal vez, la sed
Donde habré olvidado mis huellas
En qué bar, hice un bollo
con mis poemas
había una ventana al vacío
un mozo gallego
propiciando el nido...
Pero llegaste vos
tiritando
y desperté en otra esquina maldita
en un certamen de hambrientos
prontos a prender fuego al mundo
en una nueva alegoría de la vida
"Infancia nocturna" © aNaNeGrA
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