viernes, 20 de septiembre de 2024

Vidrio

Ya hace años de estos segundos antes de la lluvia

soy lo que queda de una madre que huye del rito de la siesta

la que viaja sola

la que nada teme porque ama y parte los verbos regulares en pedazos 

 

Hasta que subas para alejarte

definitivo y anciano

como un grito primal donde el aire quema

 

He decidido correr, aún herida

a buscar más alimento

a que mis pies hagan piso

y mis ojos oigan hasta cerrarse

 

Cuando tu voz iba más lenta que mis pasos

ya no era yo, antes del hambre, con apuro fugitivo

pero este rato engendra vacíos

donde me completo y… te desdibujo

 

Nunca serás esta memoria, esto que escribo

Bien sabés que la que no te nombra

te sabe inviable, de memoria,

enternecido en un olvido de todo eso, más acá del vidrio.




 


martes, 17 de septiembre de 2024

Suya

Compartimos el aire a desgano 

viciados

sin aliento ya, para mirarnos

cotidianos, a las 5, 

medimos los vasos donde los zócalos no sostienen mi arenga 

y ejecuto la brisa 

por si la ventana no se golpeara en el tedio 

a sí misma

casi en vano


Me torno inanimada hasta que no me divises 

quieta en el azul de otro país 

ajena 

extrañada de mí 


Pero y si hubiera que recuperar la ternura, el arraigo, necesariamente...


Este minuto tuvo algo de eso

un intento, una emboscada 

Pero la ciudad me sopló las piernas, me buscó los ojos 

y por fin, me sentí suya.





viernes, 13 de septiembre de 2024

Monotrifulca de sensible nomás (Allende el mar).


Árboles
contraluz
horizonte
camino largo

Hay quien se desmadra
tras esta burka autoimpuesta
hay un pájaro torpe, contra el vidrio...
He tenido ese mismo miedo en la avenida
pero el mundo no se detuvo ahí
ni yo toqué su puerta

-Porque ya agoté mis puños
en la cara del odio
en el hígado del miedo...
Y sólo queda un espejo sano
esperando la tormenta-

Tan absurda, tan en vano
tu máscara con cencerro...
Quesque deambula, ya
a contramano de todos los misterios

[...]

Humedad...
la noche enceró los adoquines
y tu estampa gira en el aire
a barlovento

Tal vez
estás naciendo allende el mar
tal vez así, te digo adiós

miércoles, 11 de septiembre de 2024

Tres veces

Prosigo en la noche

desando mi sino, las palabras, los colores

hasta no volverte mi veneno, mi remedio

huyo de tu abrigo

por cada mentira en cuero que tose en el país más frío


Persigo mis pasos, me veo de espaldas

he quedado girando,

buscando el hilo, para romperlo por fin

sin que mancilles mi nombre

de mensajera de todos los amores

que se escribieron cartas con el destino mal escrito


Para salvarme

para salvarte de que me odies

antes de subir adonde no me llevo

me disocio en un brote sin abrazos

me bajo del estribo para siempre


Y que no me veas

y que te olvide, como mi madre en su mundo

el primer día de clase

Así no sabré jamás 

por qué llegaste sonámbulo y desnudo


martes, 3 de septiembre de 2024

Instinto


Este animal que habito

despedaza los papeles que no ardieron

te inventa un nombre nuevo

te lo sopla al oído por las calles

donde las sombras se despiden de los muros

y se esparcen inseguras y sedientas 

impares


Otra vez, hubo contrastes en el humo

no logré disimular las gotas de rimel

deslizar pasos sutiles detrás del último espejo

donde te vi sobre mi hombro

buscando tus partes rotas


Por fin pude despertar sin llamarte,

recordar el camino hacia las dunas

Podrás verme brillar

como ruta humedecida en la noche

donde la luz dijo su nombre

antes del barro


Y nos cegó más tarde, hasta dejarnos oscuros

Gritar nuestros nombres será la manera más bella de despedirnos

y que sólo el instinto sepa

lo que fue de nosotros.






Éxtimos


Y soy mi propio cisma

un magnicidio de átomos que buscan ser fragmentos

de cualquier cosa que rearme

que te busque un nombre

que te salve de mí

tan impura, tan hostil


Pero ya te has ido

y nada ha caído de tu bolsillo

lo accidental se midió a sí mismo

y mis labios aún tiemblan 

si los verbos se buscan con los ojos vendados


mis manos te arrojaron chispazos de estática

no quisieron ser caricia

llegaron a tus ojos fríos, rojos

como ese viaje de dos abismos

a falta de una caída.


Hay un martes para desdibujarnos en el pasillo

antes de la noche

después de este día

La delicia de negarnos para siempre

y cohabitar 

definitivos 

famélicos

inconscientes