martes, 3 de septiembre de 2024

Éxtimos


Y soy mi propio cisma

un magnicidio de átomos que buscan ser fragmentos

de cualquier cosa que rearme

que te busque un nombre

que te salve de mí

tan impura, tan hostil


Pero ya te has ido

y nada ha caído de tu bolsillo

lo accidental se midió a sí mismo

y mis labios aún tiemblan 

si los verbos se buscan con los ojos vendados


mis manos te arrojaron chispazos de estática

no quisieron ser caricia

llegaron a tus ojos fríos, rojos

como ese viaje de dos abismos

a falta de una caída.


Hay un martes para desdibujarnos en el pasillo

antes de la noche

después de este día

La delicia de negarnos para siempre

y cohabitar 

definitivos 

famélicos

inconscientes





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