sábado, 6 de agosto de 2011

Salvador

Paladeé tu nombre
olvidado
de todos mis susurros,
intenté ese sabor
ausente,
me detuve en él...
Te miré a los ojos
quieta y desnuda,
me clavé las uñas
en las palmas del aplauso
Me fui descalza
y sin saludar

(…)

Sé que sobrevivo
en esas calles
hostiles
donde habitan
muñecos de barro
que señalan el horizonte
y dan alaridos mudos
de victorias de otro tiempo
Allá, ellos…

Creo
que no hay razones
para apurar el paso,
los relojes ya tienen
cuerda suficiente,
los espejos
no tienen photoshop
y admito que quemé mi agenda
y tu almanaque

Ya los pájaros lloraron
arrojando pañuelos
en cada plaza de la ciudad
Tan bellos
que ojalá 
no se les vuelva costumbre

Te llamé Salvador
por cada uno de mis muertos,
te vi durmiendo entre cartones,
inventé un blues para rezarte
y me olvidé la letra

Tal vez, un vals, para cruzar la avenida?
O un tango para no olvidarte
y dejarlo para momentos
como éste
en que viene al caso
decirte algo bien fulero

 [Y no andar por ahí,
tomando frío
haciéndome la fuerte,
en un frío de labios rotos]

"Christophe et ses fans" © Gerard Dubois