Iluminándome a medias
reconocí las sombras
Es que jugué con fuego
tantas veces
para atraer tu atención
y quemar el silencio
mi propio silencio
mi grito interno
No supe
acobardarme a tiempo
No tuve el valor
Y llegaste
a descifrarme
sin la mínima intención
mientras yo te buscaba a tientas,
urgida por compartir
urgida por compartir
ese secreto tan mío
tan sin dueño...
Hasta reconocerte
en la torpeza de una caricia
y perder el último bondi
Años atrás
cuando el calendario
aún no estaba
dispuesto a la paciencia
de perderse un poco
en una, en otra hoja
subiste a cada barco que no volvía
a este puerto
a este puerto
No fue mi decisión
no era mi letra la que escribió
esa carta de despedida
que hoy abre mi memoria en dos