Sea la isla una meta
quizás, destino
Que tu rostro no seas vos
y que me aguardes
por si mis manos afiladas en el agua
no llegaran a tiempo a tu desvelo
Cuando las gaviotas duermen
suceden cosas en el viento
Después de la arena de tus ausencias
una mujer me ha mostrado tu huella
Tu madre me sabe libre
y no te dice mis secretos
A veces, en el mar
-hay voces en el mar-
hay fantasmas que corren, se sumergen
y se elevan...
Se abisman
Salsiquieres
Sal, siempre sal.
Los elementos de una nube
se sostienen a sí mismos
como el color en el silencio
No te conozco los pasos
pero te sé a contraluz
un segundo antes de la avenida
esa inclinación en el cuello, antes de girar...
sin verme
Qué hay de nosotros en el fondo azul
donde la luz sabe ir sólo si el agua le susurra su nombre mudo
Callamos, amor
siempre callamos
Las gaviotas despiertan si la luna y la espuma
pierden el tino en la belleza
Siempre tu mar de bandera verde
para mi fuego
Hay quien crepita a lo lejos
por si el hambre,
quizás el frío.
Será una plegaria
un juramento a sí mismo...
No lo sé.
© aNaNeGrA