Hubo veces en que había tanto
tanto, que el vacío no alcanzó
y tuvimos que cruzarnos sin mirar
sin ver antes de ver
que ya no habría
El agua ya sabía a agua
y era sabia
Si no hubiera mañana
tiempos verbales, verbos sin tiempo
la sequía no habría encendido las velas
Pero supiste de mí, sin saberme
y me hiciste un lugar entre tus dudas
Ya no verás mi certeza
como si ella te viera sin gafas
porque sabrás de mi ceguera y de mi hambre
Entonces, ya no habrá diferencia
entre tu día y mi noche
la luz, será este desliz, este roce
que separa tu ventana de mi rostro
mudo en el vaho, con silencio de brote.
No hay comentarios:
Publicar un comentario