Ni tan siquiera, vacío
pudo haber donde quedamos sin abrazo
desposeídos
insomnes
Me pierdo en una grieta de tu rostro
apaisado en la almohada
de ojos abiertos
Me guarezco impura
Pero tu inocencia me repele las culpas
hasta que sientas de nuevo mi voz de niña, en un temblor
que te trae vivo,
de regreso
Hay esencias que no saben flotar
si profundas, arden, en el vidrio
hay movimientos que bullen y desdibujan las siluetas
hasta quemarnos la sombra
foto original: Melina Terribili
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