domingo, 3 de marzo de 2019

De este lado

No es por decir, pero no voy
a desarmarme en tu boca. Está decidido. No voy a gemir malherida en un roce.
Quizás te mienta, pero no lo haré. No vas a saborear mi herida fresca, porque ya es de ayer Y las palmas partieron en dos al viento
Y pasé de mí y de tu triste alboroto Soy mi propia huella en la arena... Caricia de ola, gaviota a contramano plácida y serena
Porque me limpié de tu ausencia. Y ya no seré donde estés agitando el aire. No amerita el esfuerzo.
Soy esto que arde siempre frente al mar, cercana y frágil, desabrigada y absurda... despidiendo el horizonte de tu frente, al quitarte la medalla del honor de algún otro que ya no cede prendas mirándome a los ojos... Ya estás fuera.
Sólo golpeo la puerta desde adentro, perdiendo el compás para herirte los oídos Y esos huecos
inanimados que me siguen cuando cierro las cortinas al trasluz...
Para quedar a oscuras.
Y lejos.

Me relamo obviando el curioseo cobarde en la estrechez de tu calle. "A veces, la luz" © aNaNeGrA.

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