viernes, 6 de diciembre de 2024

Los minutos y el silencio

Los sicarios estrujaron el mantel

hasta dejar a las palabras sin aire y sin memoria

desarmadas

 

En un lugar donde todo pasa y nada sucede

una sombra se sale de sí misma

para llorar en el hombro del insomnio


que dibuja callado, con sonido de lluvia

de mesa vacía, 

vereda desierta


Hoy vago

soy crepúsculo, hembra del monte

que se encorva si el sol

se abre en un gemido, si la luna

 

Ya no sé de valentía

cabalgo extrema hasta que mi resuello te colme

y te calme

deshabitado de mí


Habré curado sin sanar

habré latido al cerrarte los postigos

como si fueras mis minutos en la tierra

y el aire y las cortinas lo supieran 

 

 


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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