domingo, 13 de abril de 2008

Y qué ...?

Nunca

ese dolor

se me vio

en la piel.

Escondida

a los ojos ciegos

de los sordos

que se tapan

la boca

con tal

de no brindar

una caricia.

Nunca

una sonrisa

fue tan libre

de mostrar

los dientes.

Para

que me olvide

del todo.

Si en su ausencia

tuve que vivir

ausente

y haciendo señas.

Inútiles.

Con hambre

y ahogada

en un llanto seco.

Recordando

lo que no se debe

en momentos

como éste.

Donde

me siento feliz

si olvido

la culpa

por un rato.



1 comentario:

Ceniciento Longinus Jose Luis Colombini dijo...

Y que.. hay ausencias dulces dolores,que se prenden del lado soleado del alma.. bonitas palabras, dejo huellas que le viento ni la espuma puedan borrar.No giraré ninguna de las páginas que ya fueron en su día giradas por otra mano quizá. El propósito reside en la página de hoy, de este atardecer de oro y rojos anaranjados sobre ese cielo de planicie elevada. ¿A qué altura del mar estará Madrid?. Almorcé solo, no por deseo. Salté al bruñir platos, vasos, escoger fotografías de obras para mostrar a una interesante galería. Decido afeitarme por la tarde porque esta mañana un labio indeciso me lo impedía.