martes, 31 de mayo de 2022

La herida

Tu mirada me sabe

invisible y profana


No sé callar

al decir 

sin hablar


Maldita elocuencia, la de este secreto

Malditas sean todas las bendiciones

si desperté al herirte


Si arañé tu cicatriz antes de agotarme

porque aún el miedo me detiene

Todavía sé correr y sólo dejo huellas

si te escribo adioses en la tierra


Porque en la arena, no...

ya sabrías mis razones

y necesito no tener ninguna razón

necesito que me hagas saber que la he perdido


Ya los poemas de amor son tibios

la cadencia de los días es de otros

que amanecen sucios y afiebrados de olvido

por si la desidia


"Luz de sal" © aNaNeGrA





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