domingo, 13 de abril de 2008

Shhhhhhhhhh ...


Él es tan lindo
que me duelen los ojos
al cerrarlos.
Sucede así...
Le hablo,
lo sacudo,
lo despierto,
se enoja,
me sonríe...
Y yo
sólo atino
a mirarlo feo
-nomás
para que no me nombre-
Entonces
la maldita palabra
huele a quemado
y vuela papel al cielo
en un estertor de resaca
de amores y humo

Bailo 
suelta
para que mi amorcito
no advierta 
que en esta yuta realidad
él no es real...
Despedazo las flores
apaleo el silencio...
Sigo viva.

Me ocupo
de hacer amagues
de tormenta o sosiego
-según se deba-
animándome
inanimada
por momentos,
tanteando
fingiendo
que sé
adónde me llevo
grieta adentro,
entre lágrimas
de sebo.

Ahora, te toca a vos.
No cierres los ojos
ni las persianas.
Dejá que me pierda
ahí.

Sin tener en claro
nada.
Como siempre.

© Omega Auctions




2 comentarios:

Anónimo dijo...

Sentado al borde de una lágrima dejo que entre los pliegues de mis silencios se deshagan como hojas marchitas los pensamientos perdidos. Entonces escalo el monte de mi deseo, entonces escucho atento los sonidos estertores de tu volcán dormido y observo cómo las rojas cerezas que coronan tus montes, fruncen esperanzadas su ceño al contacto con mi boca. Flasheo entre tus letras, dejo la melancolía de lado para ser simplemente yo. El ceniciento rufián melancólico.

aNa dijo...

querido rufián ...
le pido prestao a Aute y te digo:
"...Reivindico el espejismo
de intentar ser uno mismo,
ese viaje hacia la nada
que consiste en la certeza
de encontrar en tu mirada...
la belleza…"
(L.E.A.)
Gracias por el fuego
(M.B.)-otro préstamo, claro-